En el norte argentino, una provincia sobresale por su belleza. Popularmente conocida como “la linda”, Salta no deja de seducir a turistas que llegan no sólo desde diversos puntos de Argentina, sino también de países extranjeros.
El secreto de su belleza reside en que la provincia ha sabido combinar a la perfección no sólo su riqueza natural, sino su patrimonio histórico y elementos contemporáneos que también la convierten en una provincia vanguardista.
El casco histórico de la provincia de Salta es uno de los más bellos, ya que sus elementos cuentan un pasado que ha definido el porvenir de los salteños. Dentro de este conjunto de construcciones que está integrado por la Plaza 9 de Julio, el Cabildo, la Iglesia San Francisco, se destaca sin dudas la denominada Iglesia Catedral de la ciudad de Salta, uno de los principales atractivos.
Con la iluminación adecuada, un frente de color rosado y natural, los árboles de la plaza que le hacen compañía, la Catedral se ofrece a la vista altiva y elegante y de una belleza exclusiva. Gracias a la misma y a su importancia simbólica, fue declarada Monumento Nacional.
En el año 1856, un terremoto afectó las construcciones y por eso se realizó una colecta para poder iniciar la reedificación. En 1858, se empezó con las nuevas obras, bajo las órdenes del obispo don José Eusebio Colombres, y bajo la dirección del arquitecto Felipe Bertrés. Sin embargo, la obra fue concluida en el año 1882, y se encuentra ubicada al lado del Palacio del Arzobispo, que es la residencia de esta autoridad eclesiástica.
La presencia de elementos italianos le confiere a la Iglesia una presencia única: cuenta con la forma de una planta rectangular compuesta por tres naves, un presbiterio caracterizado por su profundidad y una bóveda en forma de semi circulo en donde se encuentra el Altar Mayor, que en su momento fue obra de Luis Giorgi.
El crucero es llamativo porque en él la altura es notablemente superior ya que aquí se encuentra la cúpula principal de la Catedral, que cuenta con un tambor alto y también lo que se conoce como linterna terminal. La iluminación natural de la Catedral es posible gracias a que las naves de los costados disminuyen en altura, y así la luz se cuela por los ventanales de vitreaux.
Por su parte, en la fachada se pueden observar finos detalles en sus terminaciones y dos altos campanarios.
También en este bello sitio de la ciudad, se encuentran los restos de importantes héroes de la patria. Aquí residen Martín Miguel de Guemes, el gaucho salteño, del General Antonio Álvarez de Arenales, del General Alvarado y de Doña Martina Silva de Gurruchaga.
En la Catedral se encuentran las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, que se entronizan para su festividad en el mes de septiembre. Durante la novena del Señor y la Virgen del Milagro, miles de fieles, turistas y escolares desfilan por la Iglesia, para mantener viva esta historia.
Las imágenes son de grandes dimensiones y una belleza increíble. La de Cristo fue un regalo del Obispo de Tucumán fray Francisco de Victoria en el año 1592. La misma llegó flotando hasta el puerto de El Callao en Perú y luego fue traída en mula a Salta, en donde se la dejó en el descuido y el abandono. La imagen de la Virgen se ubicó en el altar y 13 de septiembre del año 1692, se produjeron unos terribles terremotos, y la Virgen sufrió una caída al piso, sin siquiera romperse alguna de sus piezas. El rostro suplicante de la Virgen empezó a cambiar de color, y según cuenta la historia, pidió que se sacara en procesión al olvidado Cristo. Empezaron los preparativos y las súplicas y el 15 de septiembre la ciudad dejó de temblar. Es así como surge esta historia, que es fruto de devoción y que se cuenta entre la tradición de los salteños.
La Catedral cuenta con un Museo que recibe el nombre de “Museo Catedralicio Monseñor Carlos Pérez”, al cual se accede por la calle Belgrano. El mismo fue inaugurado al cumplirse los 400 años desde que llegaron las imágenes de los patronos de la provincia: el Señor y la Virgen del Milagro, y también los 500 años de la llegada de Colón a América. El mismo cuenta con importantes obras de autores de distinto origen, entre ellos italianos y españoles, así como objetos que se utilizaban para el culto.
Se realizan celebraciones de misa en varios momentos del día, así como también confesiones.
La belleza de esta Catedral ha sido objeto de diversos poemas de escritores salteños e incluso no se conforma con su sola presencia, sino que se ve reflejada de gran modo en la superficie del Banco de Salta, que se encuentra ubicado en el costado derecho de la Iglesia y el cual cuenta con ventanas tipo espejadas.
Fátima
